Tegucigalpa.Un campesino residente en una de las fincas del valle del Aguán resultó muerto esta mañana producto de un ataque por paramilitares al servicio del terrateniente árabe Miguel Facussé Barjum.
La víctima respondía al nombre de Pablo Lemus, que de acuerdo a informes de los dolientes, pereció en el momento que los mercenarios cambiaban turno.
El presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (CODEH), Andrés Pavón, que se encuentra en la escena, manifestó que “el crimen se cometió con premeditación, alevosía y ventaja” ya que el ahora occiso fue emboscado por los grupos ilegales armados.
Con la muerte de Lemus, son más de 30 labriegos han fallecido producto de la represión que el árabe Facussé mantiene en esa zona.
La semana anterior, dos campesinos fueron asesinados sin que los responsables hayan sido requeridos por la justicia.
El agroindustrial, en complicidad con el ejército, la policía y bandas criminales mantienen el terror en el valle del Aguán con el objetivo de desplazar a las organizaciones que luchan por recuperar las tierras que les fueron quitadas hace dos décadas a través de la “Ley de Modernización Agrícola”.
Entretanto, el gobierno de Porfirio Lobo se resiste a cumplir los acuerdos que se firmaron en abril de 2010 con el Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA), donde “Pepe” se había comprometido a entregarles las tierras, pero nada de eso se ha llevado a la práctica.
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