Honduras
Urge observación internacional para documentar y denunciar violaciones contra comunidades, dice defensora de derechos humanos
Se instalan campamentos permanentes en zonas más peligrosas de Honduras
Por Giorgio Trucchi - LINyM
La grave situación de violación a los derechos humanos en Honduras, que se ha profundizado después del golpe de Estado de 2009, parece estar rebasando la capacidad de respuesta de las diferentes organizaciones nacionales comprometidas con ese tema. La instalación de campamentos de observación internacional de los derechos humanos es una de las medidas más urgentes que se están impulsando en las zonas de mayor conflictividad en el país.
“Nosotros le estamos apostando a la defensa de la vida y a la libertad. Para poder lograrlo tenemos que buscar la verdad. Esa verdad que se nos ha ocultado y sin la cual se va fortaleciendo la impunidad. Es el momento de actuar en solidaridad con las comunidades que han venido sufriendo el acoso, la persecución y la muerte”, dijo Bertha Oliva, coordinadora del COFADEH (Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras).
Ante esta situación, el COFADEH y el Colectivo Italia Centro América (CICA) juntaron esfuerzos para promover la instalación de campamentos de observación de los derechos humanos en las zonas más conflictivas del país.
“El objetivo es que los campamentistas internacionales puedan estar en estas zonas para observar, acompañar a las comunidades, solidarizarse con ellas y preparar informes periódicos sobre las violaciones a los derechos humanos y denunciar los ataques que sufre la gente.
A ese propósito -continuó Oliva- estamos terminando de diseñar una estrategia que incluye el mecanismo de selección de los campamentistas, las relaciones entre el COFADEH y las organizaciones internacionales que realizarán un primer filtro de candidatos, las carcterísticas requeridas, así como un reglamento para los campamentistas y las comunidades, mecanismos de seguridad, entre otros”, explicó.
La estrategia prevé que cada campamentista sea presentado y acreditado como defensor de derechos humanos ante la sociedad hondureña, la representancia diplomática de su país, el cuerpo diplomático acreditado en Honduras y la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Si bien la presencia de campamentistas internacionales será un elemento importante para prevenir y denunciar las violaciones a los derechos humanos, la coordinadora del COFADEH aclaró que su tarea no será la de resolver los problemas de las comunidades.
“Los campamentistas no llegan para salvar a las comunidades, ni mucho menos para resolver sus problemas, sino para generar confianza, esperanza y apoyo mutuo. Van a observar para poder denunciar a nivel internacional las violaciones que se den.
Vamos a romper ese brutal cerco mediático que existe, porque en estas zonas hay una situación de indefensión terrible y nadie dice nada. La gente cree que en Honduras ya no hay violación de los derechos humanos, que todo está bien, que nos hemos reconciliado. Aún más ahora que Honduras fue reincorporada a la OEA (Organización de Estados Americanos)”, aseveró Oliva.
Según la defensora de derechos humanos, la estrategia del régimen de Porfirio Lobo habría sido crear estructuras (ministerios e instancias públicas) que solo sirven “para cooptar fondos internacionales, vender exitosamente la imagen del régimen” y para el clientelismo político a nivel nacional.
Campamentos
El primer campamento permanente ya fue instalado a la par de la radio comunitaria “La Voz de Zacate Grande”, en Puerto Grande, en la península de Zacate Grande. La población de las 10 comunidades de la península ha sido víctima de persecución física y judicial, hostigamiento, desalojos y atentados. La radio comunitaria ha sufrido varios intentos de cierre y desalojo. La Asociación por el Desarrollo de la Península de Zacate Grande (ADEPZA) acusa al terrateniente Miguel Facussé Barjum de estar detrás de la represión.
Otro campamento será instalado en breve en el Bajo Aguán, donde de enero de 2010 a la fecha han asesinado a 35 campesinos organizados, han herido gravemente a otros 7, perseguido y desalojado a miles de familias campesinas.
No se descarta la posibilidad de abrir campamentos también en otras zonas conflictivas, donde se están implementando megaproyectos hidroeléctricos, mineros y turísticos que están afectando gravemente a las comunidades locales.
“Sabemos que con la construcción de espacios de verdad como éstos se nos vienen días difíciles. Sin embargo, vamos a enfrentar la violencia con acciones de paz, porque la única forma para derrotar a los violentos es enfrentándolos con la convicción de que sí es posible denunciar los derechos violados”, concluyó Oliva.
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